Retribuir puede ser el secreto para mantenerse joven. A medida que envejecemos y nos jubilamos, ganamos en libertad para descubrir nuevos intereses, estrechar lazos sociales y contribuir a la comunidad. Muchas personas mayores descubren que el voluntariado es algo más que una actividad que les mantiene ocupados; también contribuye positivamente a su salud.
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Los beneficios del voluntariado para la salud de las personas mayores van más allá del bienestar mental. También puede mejorar la salud física y, en última instancia, ayudar a vivir más tiempo.
Siga leyendo para descubrir cómo la participación activa en el voluntariado puede ayudarle a vivir más sano y durante más tiempo.
9 beneficios del voluntariado para la salud de los mayores
He aquí nueve formas en que el voluntariado puede mejorar el bienestar de las personas mayores:
1. Mejora de la salud mental
Las obras benéficas pueden mejorar la salud mental, ya que ayudan a establecer vínculos sólidos con la comunidad, lo que reduce considerablemente el riesgo de padecer enfermedades mentales. soledad y aislamiento social. Muchas personas mayores que hacen voluntariado encuentran también un sentido a sus actividades, lo que mejora su autoestima y su bienestar psicológico general.
Un estudio publicado en The Gerontologist exploró cómo las actividades de voluntariado afectan a la autopercepción del envejecimiento por parte de los mayores y a los resultados posteriores en materia de salud mental. Los resultados de la investigación indican que las personas que participan en actividades de voluntariado desarrollan una visión más optimista del envejecimiento, lo que posteriormente se traduce en una reducción de los síntomas de depresión. Los efectos fueron más prominentes en quienes realizaban más de 100 horas de voluntariado al año, lo que equivaldría a tan sólo 2 horas semanales.
El voluntariado ayuda a los mayores a ver el envejecimiento desde una perspectiva más positiva, lo que puede aumentar su bienestar mental y su felicidad general.
2. Menor estrés
Las personas mayores experimentan menos estrés a través del trabajo voluntario porque ofrece interacciones sociales significativas y redes de apoyo. El voluntariado genera sentimientos positivos porque se ha conseguido algo. Estos buenos sentimientos ayudan a reducir el estrés. Además, el trabajo benéfico suele implicar interacciones sociales, que ayudan a los mayores a crear redes de apoyo que pueden aliviar el estrés.
Estudios han estudiado cómo las actividades de voluntariado sirven para amortiguar el estrés. Aunque los resultados de la investigación no pudieron demostrar una relación directa entre el voluntariado diario y el estrés general, un estudio sí mostró una asociación según la cual los sentimientos negativos y los efectos negativos del estrés eran más débiles en los días en que los participantes realizaban trabajo voluntario en comparación con los días en que no realizaban voluntariado. Esto sugiere que el voluntariado puede actuar como amortiguador del impacto emocional de los factores estresantes. Esto puede contribuir a mejorar el bienestar emocional.
3. Aumento de la actividad física
El trabajo voluntario suele incluir actividad física, lo que se traduce en una mejor movilidad y una mejora de la salud. Las acciones físicas necesarias para la planificación de eventos, el reparto de comidas o las actividades de limpieza de la comunidad pueden ayudar a mejorar la forma física.
Las investigaciones del Sistema de Salud de la Clínica Mayo indican que los adultos de 60 años o más que se ofrecen como voluntarios gozan de mejor salud física que los que no lo hacen. Un mayor nivel de actividad ayuda a conservar la fuerza y la flexibilidad y a reducir el riesgo de sarcopenia (pérdida de masa muscular), osteoporosis (debilitamiento de los huesos), demencia y muchos otros deterioros físicos asociados a la edad. Además de reducir muchos riesgos físicos asociados al envejecimiento, aumentar la actividad es una de las mejores formas naturales de aumentar tu energíamejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.
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4. Mejor función cognitiva
La actividad mental desempeña un papel clave en el mantenimiento de las capacidades cognitivas existentes y en la mejora de funciones como la memoria, la capacidad de atención y las habilidades ejecutivas. Las personas mayores que participan en actividades de voluntariado experimentan mejores funciones cognitivas. Esto se debe a que participan en actividades de resolución de problemas y aprenden nuevas habilidades. Un estudiar explica que las actividades cognitivas pueden reducir eficazmente la incidencia de la demencia y preservar la salud y el funcionamiento general del cerebro.
Los mayores que se ofrecen voluntarios como mentores o tutores participan en la resolución de problemas guiando a los estudiantes a través de los retos. Los que ayudan a recaudar fondos para obras benéficas se ocupan del presupuesto y la logística, lo que agudiza sus capacidades cognitivas.
Los investigadores investigaron cómo afectan las actividades formales de voluntariado al funcionamiento cognitivo a lo largo del tiempo en poblaciones de adultos mayores. Utilizaron datos de 11.000 participantes mayores de 51 años de nueve oleadas de la Encuesta de Salud y Jubilación. Los resultados mostraron que el trabajo voluntario formal ralentiza deterioro cognitivo.
5. Menor riesgo de depresión
Las personas mayores que se ofrecen como voluntarias adquieren vínculos sociales y disfrutan de actividades útiles, que desempeñan un papel crucial en la lucha contra el aislamiento y la reducción del riesgo de depresión. A estudio reciente descubrió que los voluntarios mayores tenían un riesgo 43% menor de desarrollar depresión que sus homólogos no voluntarios.
Este importante descenso se debe principalmente al compromiso significativo y a la ampliación de las redes sociales que fomenta el trabajo benéfico. Los mayores que participan en actividades de voluntariado mantienen un estilo de vida activo y se sienten más realizados.
6. Mayor sentido de propósito

Las personas mayores que participan en trabajos voluntarios encuentran funciones significativas que refuerzan su sentido del propósito y su autoestima. Este resultado mejora su satisfacción y motivación. Un estudio demostró que el voluntariado ayudaba a los adultos mayores a mantener su sentido de propósito después de haber perdido funciones vitales importantes, como ser asalariado y padre o madre.
Estos resultados demuestran que el voluntariado puede ser una poderosa forma de inspirar una vida con propósito en los adultos mayores, especialmente para aquellos que se sienten perdidos.
7. Más conexiones sociales
El voluntariado brinda la oportunidad de establecer importantes vínculos sociales. Tener una red sólida de personas afines elimina la sensación de soledad y mejora el bienestar social. Es importante estar abierto a hacer nuevas amistades con otros voluntarios y miembros de la comunidad a través de interacciones constantes.
Es bien sabido que el aislamiento social y la soledad pueden afectar negativamente a la salud física y mental. Peor aún, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y deterioro cognitivo, ya que una mala salud mental está directamente relacionada con un deterioro del funcionamiento físico y cognitivo. Por el contrario, mantener interacciones sociales reduce la soledad y el riesgo de depresión, lo que eleva el estado de ánimo, infunde un sentimiento de pertenencia y aumenta la salud en general.
8. Sistema inmunitario más fuerte
El voluntariado ayuda a reforzar el sistema inmunitario de las personas mayores porque reduce el estrés. Dado que el trabajo caritativo suele implicar actividad física, también puede ayudar a reforzar la salud física, lo que tiene efectos directos sobre el sistema inmunitario.
Además, te ayuda a crear redes sociales que te ayudan a alejar la soledad, que se ha relacionado con un sistema inmunitario débil. El estrés crónico y el aislamiento aumentan los niveles de cortisol (una hormona del estrés) y acaban debilitando el sistema inmunitario.
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9. Mayor esperanza de vida
El mejor beneficio para la salud del voluntariado es que podrías vivir más tiempo. ¿Cómo? Las mejoras en la salud mental, junto con la actividad física y las conexiones sociales, conducen a una vida más larga y saludable.
Un estudiar demostró que las personas de 50 años o más que realizaban 100 horas o más de voluntariado al año experimentaban beneficios como la reducción de la mortalidad, la mejora de la salud física y la mejora de la salud mental. Otro estudio sugiere incluso que el voluntariado puede estar relacionado con una reducción de la edad biológica, medida por un reloj epigenético que utiliza las mediciones de las modificaciones del ADN para predecir el envejecimiento. Aunque estos estudios son sólo correlativos, proporcionan una base sólida de los beneficios potenciales del voluntariado sobre el envejecimiento.
Conclusión
Las personas mayores que integran el voluntariado en su horario habitual pueden haber encontrado la clave para mejorar su bienestar. Como hemos visto en este artículo, los beneficios para la salud del voluntariado son numerosos. Esta singular elección de estilo de vida puede reducir el estrés, mejorar la salud mental, reforzar los vínculos sociales y mejorar significativamente la calidad de vida en general.