Elegir al cuidador adecuado para su ser querido puede ser una decisión difícil. Elegir entre un cuidador familiar y un cuidador privado puede ser difícil, ya que cada opción tiene sus propias ventajas y dificultades.
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A la hora de contratar a un cuidador, es importante tener en cuenta varios factores para facilitar la decisión, como el presupuesto y las necesidades específicas y la comodidad de su ser querido. Un cuidador privado suele ser un profesional con formación médica, mientras que un cuidador familiar suele ofrecer una mayor conexión emocional y familiaridad con su ser querido.
En este artículo analizaremos los pros y los contras de los cuidadores privados y familiares y le ayudaremos a determinar cuál es el mejor en función de sus necesidades individuales.
Cuidador familiar frente a cuidador privado
Un cuidador familiar suele ser un pariente que ofrece cuidados a un ser querido. Los cuidadores también pueden ser amigos íntimos que a menudo asumen el papel de asistir directamente a una persona necesitada o de ayudar a aliviar la carga de otro cuidador.
Por otro lado, un cuidador privado es una persona con formación profesional que se ocupa de los pacientes como parte de su trabajo. Los cuidadores privados son empleados remunerados que prestan un servicio profesional y pueden ser contratados directamente a través de servicios de apoyo al cuidador o de empresas médicas/clínicas/hospitalarias.
A continuación, analizamos los pros y los contras de cada tipo de cuidador:
Cuidador familiar
Pros
- Son rentables. Un cuidador familiar suele cobrar menos u ofrecer servicios gratuitos.
- Los cuidados prestados por un cuidador familiar estarán llenos de amor, apego emocional, vínculos afectivos y cuidados más profundos.
- Pueden ser flexibles a la hora de cambiar el horario de trabajo si es necesario o de hacer cualquier ajuste en la rutina de cuidados de un ser querido.
- Comprenderán mejor las necesidades emocionales de un ser querido y le atenderán en consecuencia.
- Puede que su ser querido se sienta más cómodo con un cuidador familiar que con un cuidador privado.
- Los cuidadores familiares a menudo pueden aliviar el estrés social de un ser querido, incluidos los sentimientos de soledad y el aislamiento, mejor que un cuidador profesional debido a una relación más íntima.
- Los cuidadores familiares pueden prestar un apoyo integral, como cocinar, limpiar y otros cuidados que quizá no incluyan los profesionales, especialmente los médicos.
Contras
- Es posible que no tengan formación profesional, lo que puede suponer un reto, sobre todo para quienes requieren cuidados más complejos con medicamentos o necesitan otro tipo de atención clínica.
- Pueden tener una disponibilidad limitada debido a compromisos familiares u otras responsabilidades.
- Los cuidadores familiares sobrecargados o abrumados pueden desarrollar sentimientos de resentimiento o enfrentarse a graves problemas de salud mental, entre ellos depresión...soledad, ansiedady sentimientos de desesperación.
- Las relaciones íntimas pueden causar a veces sesgos personales no deseados; por ejemplo, los medicamentos que inducen efectos secundarios dolorosos pueden retirarse ocasionalmente para consuelo del ser querido.
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Cuidador privado
Pros
- Son profesionales con formación médica y experiencia que pueden ofrecer una atención imparcial.
- La formación profesional a menudo significa que los cuidadores están mejor preparados para ocuparse de las complejas necesidades del beneficiario de los cuidados, incluidos los horarios de medicación y otras necesidades clínicas.
- Contratar a un profesional elimina la carga de amigos y familiares.
Contras
- Un cuidador privado o residente suele ser costoso y difícil de costear, sobre todo porque los seguros médicos sólo suelen cubrir los cuidados requeridos por razones médicas (por ejemplo, cuidados paliativos o visitas de enfermeras).
- Sus horarios y rutinas de cuidados suelen ser fijos, lo que dificulta ajustar los horarios o las rutinas en función de las necesidades.
- Es posible que no establezcan una fuerte conexión emocional con su ser querido, lo que puede aumentar el riesgo de soledad y depresión.
- Es posible que a su ser querido le cueste adaptarse o comunicarse con un nuevo cuidador y que se sienta incómodo permitiéndole que le ayude con las tareas personales.
- A menudo, los cuidadores médicos sólo atienden las necesidades médicas del paciente y no le prestan ayuda adicional, como cocinar o limpiar. Si se requieren estas necesidades, los cuidados pueden ser más costosos.
Cómo elegir a un cuidador en función de sus necesidades

A continuación encontrará una guía rápida sobre cómo decidir entre un cuidador familiar y un cuidador privado en función de sus necesidades:
Evalúe su presupuesto
Evaluar su presupuesto es el primer paso a la hora de decidir a quién elegir como cuidador de su ser querido.
Si vas a contratar a un cuidador a largo plazo, tendrás que hacer un presupuesto detallado, que incluya todas las demás finanzas y gastos domésticos que puedas tener.
Determine, calcule y documente claramente la cantidad exacta que puede permitirse pagar a un cuidador, teniendo en cuenta tanto las necesidades inmediatas como la posibilidad de requerir sus servicios a largo plazo. Asegúrese de comprobar si el seguro médico puede cubrir los gastos de un cuidador. A veces, si existe una necesidad que puede justificarse médicamente, el seguro cubrirá cierto nivel de ayuda.
Incluso a la hora de elegir un cuidador familiar, es muy importante evaluar el presupuesto. Prestar cuidados significa disponer de menos horas para un trabajo remunerado, lo que puede suponer una enorme carga económica para el cuidador. Asegúrese de que el cuidador también recibe apoyo económico, mental, social y emocional, y tenga en cuenta tanto las necesidades del receptor de los cuidados como las del cuidador.
Determinar el nivel de comodidad del paciente
Antes de contratar a un cuidador, plantéese estas preguntas:
- ¿Se sentirá cómodo mi ser querido permitiendo que una persona nueva o desconocida le ayude con sus tareas y pase tiempo con él?
- ¿Es su ser querido lo bastante abierto y adaptable como para entablar una relación con alguien nuevo?
Además, si está pensando en contratar a un cuidador familiar, asegúrese de que su ser querido se siente cómodo con este acuerdo. Es importante que le pidas su opinión directamente, aunque te sientas seguro de tu decisión.
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Evalúe las necesidades del beneficiario y las capacidades de su cuidador familiar
A continuación, anote las necesidades y el nivel de cuidados que necesita su ser querido. Analice si su cuidador familiar es lo bastante capaz para atender esas necesidades sin sentirse frustrado. Incluso para quienes tienen una profunda conexión emocional con el receptor de los cuidados, sentirse abrumado o sobrecargado puede inducir fácilmente sentimientos de resentimiento, lo que puede reducir significativamente los cuidados recibidos.
Si su ser querido necesita cuidados avanzados, como asistencia para la movilidad y atención médica, contratar a un cuidador privado sería una mejor opción, ya que tienen más experiencia y conocimientos.
Cuidador familiar frente a cuidador privado: Tome una decisión
Después de tener en cuenta todos los factores anteriores, incluido su presupuesto, la comodidad y las necesidades de su ser querido, y las capacidades de su cuidador familiar, es el momento de tomar una decisión.
Si aún no está seguro, compare los pros y los contras de ambas opciones y elija la que mejor se ajuste a sus necesidades y prioridades.
También puede plantearse combinar cuidadores privados y familiares, repartiendo las tareas entre ellos para evitar que nadie se sienta abrumado. Además, podrías poner en marcha un periodo de prueba para determinar qué arreglo funciona mejor para todos los implicados.